El fresón és una fruta ácida muy aromática y que liga muy bien con sabores salados.
Aquí propongo un gazpacho tradicional donde tomate y fresón son coprotagonistas en cantidades iguales: tanto tomate, tanto fresón.
El resto va según el gusto y la tradición local, pero en mi caso no añado nada que disminuya o le quite presencia al fresón. Así, evito la cebolla o el pimiento verde, soy moderado con el ajo y muy restrictivo con el pepino (tampoco me gusta en el gazpacho tradicional).
Ingredientes a mi gusto:
300 gr de fresón
300 gr de tomate rojo pelado
1 diente de ajo
1/2 pimiento rojo
sal, aceite y un buen vinagre.
Unas hojas frescas de menta o albahaca.
Procedimiento: Trituramos y licuamos los tomates, los fresones, el ajo y la sal.
Añadimos el aceite y lo mezclamos a baja velocidad para que no ligue y no vuelva el gazpacho blanquecino.
El vinagre se lo añadimos poco antes de servirlo ya que si lo dejamos mucho tiempo con el vinagre, le quitará intensidad aromática al fresón.
Lo servimos fresquito y le picamos unas hojitas de menta o albahaca y unos dados de fresón o de cereza.
Si queremos sofisticarlo más, laminamos un par de fresones y los echamos en una sarten muy caliente 10 segundos por cada lado como si caramelizaran, le añadimos una gota de vinagre de módena y unos granos de sal gorda y los ponemos flotando en el gazpacho cuando lo servimos.
Toni Pérez. Badalona.